Las religiones del antiguo Egipto, sepultadas. Cientos de años bajo el polvo del olvido, polvo -que removió el huracán napoleónico, han provocado durante mucho tiempo el asombro de los eruditos occidentales. Aún hoy un templo egipcio parece un santuario particularmente apropiado para el misticismo religioso, y la Gran Pirámide, esa Biblia en piedra, se yergue impávida ante os descifradores de sus secretos. El panteón egipcio tuvo sus orígenes en el más ... Ver más Ocultar Las religiones del antiguo Egipto, sepultadas. Cientos de años bajo el polvo del olvido, polvo -que removió el huracán napoleónico, han provocado durante mucho tiempo el asombro de los eruditos occidentales. Aún hoy un templo egipcio parece un santuario particularmente apropiado para el misticismo religioso, y la Gran Pirámide, esa Biblia en piedra, se yergue impávida ante os descifradores de sus secretos. El panteón egipcio tuvo sus orígenes en el más remoto y oscuro neolítico (o quizá paleolítico), manteniéndose incólume durante más de seis mil años, caso único de conservadurismo religioso, llegando a influir a la naciente Europa mucho más que cualquier otra religión pagana, incluso la babilónica. Las religiones del antiguo Egipto, sepultadas. Cientos de años bajo el polvo del olvido, polvo -que removió el huracán napoleónico, han provocado durante mucho tiempo el asombro de los eruditos occidentales. Aún hoy un templo egipcio parece un santuario particularmente apropiado para el misticismo religioso, y la Gran Pirámide, esa Biblia en piedra, se yergue impávida ante os descifradores de sus secretos. El panteón egipcio tuvo sus orígenes en el más remoto y oscuro neolítico (o quizá paleolítico), manteniéndose incólume durante más de seis mil años, caso único de conservadurismo religioso, llegando a influir a la naciente Europa mucho más que cualquier otra religión pagana, incluso la babilónica.