'Nunca podremos arrepentirnos lo bastante de no haber fusilado a Juan Rafael Allende', es la frase formulada por Carlos Walker Martínez, más apropiada para introducir a Juan Rafael Allende (1848-1909). Con ella se alude no sólo a la condena de muerte que pesó sobre él tras la derrota de Balmaceda, sino que también a las dos veces que fue excomulgado y a su permanente crítica a la institucionalidad social y política de fines del siglo XIX.