“¿Somos hombres que piensan, sentados en el trono de su cerebro, o, más bien, somos pensados por el universo? O más todavía, ¿no seremos apenas algo hipotético y provisional?” Si bien la famosa proclama intuitiva de René Descartes (1596-1650) “Pienso, luego existo”, abrió rumbos que nadie había imaginado antes, él fue más lejos aun cuando agregó: “...y luego dudo”. Descartes no estaba seguro de nada, ni siquiera de su propia existencia. Aunque sus detractores afirman que, como físico y fisiólogo que se basó en la percepción sensorial, fue mecanicista y empírico, hoy se lo considera el padre de la filosofía moderna por haber roto con la tradición escolástica fundada por Aristóteles.
El incisivo texto de Dave Robinson detalla a fondo la doctrina cartesiana y recoge y explica las impugnaciones actuales. Si se quiere entender el punto de partida del pensamiento moderno, Descartes para principiantes resulta un portal ineludible.